¿Qué es la Aviación Experimental?

De forma resumida, la aviación experimental es aquella a la que se exime de gran parte de la regulación aplicable a la construcción de aviones por no tener que garantizar un Servicio.

Esta eximente simplifica el proceso hasta el punto de permitir que un particular, con recursos y capacidad técnica muy limitados, pueda construirse un avión de dimenciones también limitadas.

Para entenderlo mejor veremos qué significa "garantizar un Servicio" y de qué Regulación se trata.

Han pasado poco más de 100 años desde el primer vuelo logrado por los hermanos Wright y lo que probablemente más llama la atención es la naturalidad con que utilizamos la aviación. No es sólo el gesto de tomar un vuelo como si fuese un autobús, sino la capacidad de garantizar el servicio y hasta los horarios sean cuales sean las condiciones atmosféricas. Por otra parte, es una realidad, cualquiera puede hacerse piloto mediando un esfuerzo de preparación y unas capacidades razonables. Si es sólo por el placer de volar, serán equivalentes a las necesarias para conducir un turismo en la calle.

Por “garantizar un Servicio” se entiende garantizar unos horarios, una disponibilidad operativa, un coste de operación, unas capacidades,… incluso que el piloto tenga garantizadas unas prestaciones y un comportamiento determinado del aparato que utiliza.

Todo esto no sería posible sin el desarrollo tecnológico, es verdad, pero lo que está detrás de todo ello es la actitud del aprendizaje y la garantía de seguridad que desde siempre ha dominado la aviación. En aviación cada error, cada incidente, se anota, se estudia, se resuelve y se divulga para conocimiento de la comunidad aeronáutica en aras de un aprendizaje que evite reproducir el suceso.

Por su propia naturaleza la aviación desborda las fronteras, y por ello esta actitud muy pronto se sincronizó en un ámbito global mediante acuerdos entre Naciones. Las Naciones, cada una por medio de su administración, representada en cada caso por una “Autoridad de Aeronavegabilidad”, velan por la seguridad y bienestar de los ciudadanos, los usuarios y “potenciales sufridores” de la aviación. Los fabricantes de material aeronáutico, así como las empresas que lo utilizan para dar un servicio, velan por un prestigio y unas cuentas de resultados que garanticen su supervivencia. Se produce por tanto un trio de interesados en que la aviación sea fiable, segura y económicamente sostenible. Este trío de miembros complementarios, Administraciones, Fabricantes de aviones y Operadores, colaboran entre sí a nivel global, generando normativa, estándares industriales, procedimientos casi universales que dominan la actividad aeronáutica y sobre todo, la producción de aviones.

Este entorno regulado aplica desde mucho antes de que un fabricante se plantee crear un nuevo modelo de avión (Tipo de avión), porque el mismo fabricante habrá tenido que demostrar capacidad para diseñar, fabricar y proporcionar servicio post venta de la categoría de avión que aspire a vender conforme a unas especificaciones reguladas (especificaciones de Tipo).

El mismo fabricante sabrá de antemano en que entorno operará su producto, porque el entorno aeroportuario, características de las tripulaciones, condiciones meteorológicas, climáticas,… todo estará definido en una regulación. Es función de esas condiciones es efectivamente como el fabricante deberá realizar el diseño y fabricar el producto. Los prototipos permitirán validar el diseño y extraer prestaciones, limitaciones, reales definitivos conforme a procedimientos también regulados.

Estos prototipos salen a volar sin la certeza de que cumplen las especificaciones del diseño. Su única función será demostrar estas y proporcionar las prestaciones reales del diseño. Los prototipos, como tales, nunca podrán comercializarse, nunca podrán transportar pasaje ni mercancias, nunca podrán prestar un Servicio; Es la fase de "aviación experimental" requerida en el ambito de la "aviación industrial" para obtener un producto "Certificado".

Por su parte, el fabricante especificará cómo debe usarse su producto y qué mantenimiento mínimo debe aplicársele para garantizar que sus características se cumplan, y estas condiciones formarán parte de la definición del producto por norma (Certificado de Tipo).

La misma regulación impone que el fabricante se perpetúe como “padre de la criatura”, como “Responsable de Tipo”, velando por que las especificaciones de diseño se cumplan y que los hipotéticos problemas que surjan encuentren una solución de forma que quede garantizada la aptitud para el vuelo seguro del Tipo de avión durante su vida en servicio.

Los potenciales clientes de este fabricante de aviones también lo tienen más fácil. Hemos visto que el producto lleva detrás una serie de garantías de quien y cómo se ha fabricado y lo que puede obtener de él, y que si surge algún problema habrá alguien detrás con capacidad técnica para resolverlo. Además sabrán cómo debe usarse y que mantenimiento requiere, así que podrán hacer sus números y saber a qué atenerse al elegir.

Las garantías anteriores son además trasladables a cada avión salido de la cadena de producción, demostrándose para cada uno de ellos que es fiel al diseño y que por tanto cumple milimétricamente con lo que se espera del producto antes de obtener su “Certificado de Aeronavegabilidad”.

En el caso de que el operador del avión sea el mismo que el que lo ha construido, y los pasajeros que ese operador pudiese llevar sean "invitados", nadie puede protestar y no son necesarias todas esas garantías facilitadas por la Regulación. En este caso, la Administración se limita a velar por que el avión construido por “alguien” no represente un peligro para nadie ni una molestia para el prójimo, nada más; Es el caso de la construcción de aviones por aficionados, ámbito de la aviación experimental.

Enrique Cueto

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